Canalblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
Publicité
Viaje por centro-america
23 mai 2006

la leyenda del sol y la luna

0131

La leyenda

Fue también el padre Sahagún quien recogió de boca de los aztecas que él conoció la bonita leyenda que habla sobre la creación del Sol y

la Luna

, los dioses a quienes están dedicadas las dos magníficas pirámides. Dice así:

Antes de que hubiese día, se reunieron los dioses en Teotihuacán y dijeron, ¿Quien alumbrará el mundo? Un dios rico(Tecuzitecatl), dijo yo tomo el cargo de alumbrar el mundo. ¿Quien será el otro?, y como nadie respondiera, se lo ordenaron a otro dios que era pobre y buboso (Nanahuatzin).

Después del nombramiento, los dos comenzaron a hacer penitencia y a elevar oraciones. El dios rico ofreció plumas valiosas de un ave que llamaban quetzal, pelotas de oro, piedras preciosas, coral e incienso de copal. El buboso (que se llamaba Nanauatzin), ofrecía cañas verdes, bolas de heno, espinas de maguey cubiertas con su sangre, y en lugar de copal, ofrecía las postillas de sus bubas.

A la media noche se terminó la penitencia y comenzaron los oficios. Los dioses regalaron al dios rico un hermoso plumaje y una chaqueta de lienzo y al dios pobre, una estola de papel.

Después encendieron fuego y ordenaron al dios rico que se metiera dentro. Pero tuvo miedo y se echó para atrás. Lo intentó de nuevo y volvió para atrás, así hasta cuatro veces. Entonces le tocó el turno a Nanauatzin que cerró los ojos y se metió en el fuego y ardió.

Cuando el rico lo vio, le imitó. A continuación entró un águila, que también se quemó (por eso el águila tiene las plumas hoscas, color moreno muy oscuro o negrestinas, color negruzco); después entró un tigre que se chamuscó y quedó manchado de blanco y negro.

Los dioses se sentaron entonces a esperar de qué parte saldría Nanauatzin; miraron hacia Oriente y vieron salir el Sol muy colorado; no le podían mirar y echaba rayos por todas partes.

Volvieron a mirar hacia Oriente y vieron salir

la Luna. Al

principio los dos dioses resplandecían por igual, pero uno de los presentes arrojó un conejo a la cara del dios rico y de esa manera le disminuyó el resplandor.

Todos se quedaron quietos sobre la tierra; después decidieron morir para dar de esa manera la vida al Sol y

la Luna. Fue

el Aire quien se encargó de matarlos y a continuación el Viento empezó a soplar y a mover, primero al Sol y más tarde a

la Luna.

Por eso sale el Sol durante el día y

la Luna

más tarde, por la noche.

 

Publicité
Publicité
Commentaires
Viaje por centro-america
Publicité
Publicité